lunes, 12 de junio de 2017

Carta de Fernando

Mi paso por el Justo Millán

Más que paso, ha sido una vida en el Justo Millán. Llegué en 1981con toda la ilusión que representa el primer trabajo que uno tiene, pero con la intención de volver a mi tierra en la primera ocasión. Pero el destino es muy caprichoso y nos tiene reservadas grandes sorpresas. Aquí estaba Antonia y ya no he sentido necesidad de volver a Navarra.
He visto muchos cambios en el que era el Centro de Formación Profesional con estudios de Metal, Electricidad, Confección y Administración, y pasó a ser el Instituto de Educación Secundaria Justo Millán. Es un centro situado en un entorno hermoso con grandes espacios libres que contribuyen a hacer más agradable el trabajo y favorecer una relación más cercana entre alumnos y profesores.
Respecto a los compañeros que he tenido, que han sido muchos, me llevo un buen recuerdo de todos, y de cada uno de ellos me quedo con los buenos momentos que hemos pasado juntos, tanto dentro del centro como fuera. Y respecto a los alumnos, casi todo son buenos recuerdos, la construcción del buggy con los alumnos de metal, los viajes a empresas y otros más lúdicos, como a la sierra, con toros incluida, la colaboración con Antonia y sus alumnos en el proyecto de tren magnético-solar, las semanas de la ciencia, los días del libro con sus yincanas, chuches y disfraces, y por supuesto el desarrollo de las clases en el aula, pero lo que más me ha motivado ha sido el tener alumnos en los primeros cursos y ver cómo van madurando y formándose como personas con ilusiones de futuro.
Todo esto se vio colmado con la fantástica, emotiva y nada esperada despedida que me hicisteis compañeros y alumnos, haciendo esos días inolvidables y llenos de recuerdos muy especiales.

Gracias a todos por formar parte de mi vida.

Fernando


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